lunes, 15 de septiembre de 2014

Soledad


Es fácil encontrar a Soledad en el bordillo de la acera cualquier día soleado. Si no está allí, basta aguardar un poco para verla aparecer por el fondo de la calle arrastrando sus piernas hasta el paso de peatones.

Soledad disfruta como una niña de sus anhelos en el bordillo de la acera. Durante sus esperas, siempre felices, se arregla el moño, la toquilla lila, saca del bolsillo su pañuelo bordado con primor y se seca la lagrimilla que asoma perenne a sus ojos, se guarda el pañuelo y suspira. Entonces, si aún no ha venido nadie, vuelve a arreglarse el moño y la toquilla lila,  a sacar su pañuelo primorosamente bordado para secarse la lagrimilla, a doblarlo con cuidado y guardarlo en el bolsillo.

Cuando ve a alguien acercarse, da un saltito y, con su voz de pajarillo, entabla la conversación con un ruego: “Hijo, ayúdame a cruzar la calle, me da miedo, estoy torpe, muy mal de las piernas”, y así adquiere el derecho de tomar el brazo del estudiante, de la enfermera o del fontanero y comienza a cruzar la calle risueña.

Si ha habido suerte, camina unos metros más con su nuevo acompañante.

Le basta un vistazo rápido para dar con la frase más apropiada: “¡Ay, qué tarea traéis con los estudios!”, o, “¿Será posible, lo caro que está todo?”, y por lo general, si el desconocido no tiene prisas y no se impacienta demasiado andando al ritmo lento de la anciana a través un trazado azaroso de calles, tarda un  rato largo en aparecer de nuevo por el fondo de la calle arrastrando las piernas.

Ya de regreso, Soledad coloca sus piesitos en el bordillo de la acera y espera confiada. Se arregla el moño y la toquilla lila, saca su pañuelo primorosamente bordado del bolsillo y seca su lagrimilla. Suspira y anhela el calor de otro brazo que le regale su compañía mientras le dure la paciencia y las ganas de contarle a una anciana desconocida historias de la oficina, de la gripe de ese año, de las notas de los niños.

viernes, 27 de junio de 2014

Mosca importuna

Procedencia de la imagen: Locos por el arte



mosca importuna
zumbido persistente
la espanto y vuelve

jueves, 26 de junio de 2014